Se acercan las primeras bodas de la temporada y una de las mayores preocupaciones de las parejas es el tiempo. Los días lluviosos y plomizos se han apoderado de nuestra ciudad como si el invierno se resistiera firmemente a abandonarnos. Sin embargo, es algo contra lo que no podemos luchar, así que, como escribió el general Sun Tzu en El arte de la guerra, ¡si no puedes con tu enemigo, únete a él!
Puedes seguir llevando huevos a Santa Clara o rezar al Cristo de las Aguas, ¡pero no te olvides del plan B! Si la celebración iba a ser al aire libre tienes que buscar una carpa o un sitio interior alternativo, y también adelantarte a posibles espacios encharcados o llenos de barro colocando alfombras o tarimas.
Adapta vuestro vestuario con paraguas y katiuskas, ¡ya te pondrás después esos preciosos zapatos! Y no te olvides de los invitados, también necesitarán algo con lo que cubrirse. Puedes regalarles paraguas o incluso divertidos chubasqueros. Y en cuanto a la sesión de fotos, ¿hay algo más divertido que bailar bajo la lluvia al más puro estilo de Gene Kelly en Singin’ in the rain?
Dicen que la lluvia, sinónimo de prosperidad, da buena suerte en las bodas. En cualquier caso, ¡no dejéis que os agüe la fiesta!
