El país de Papá Noel

· 29 noviembre, 2016 · 9:20 am

Diciembre se acerca peligrosamente y nos mete de lleno en el mundo de la Navidad. De las compras, los regalos, las luces de colores y las comidas copiosas. También nos adentra en ese mundo mágico en el que cada cuál cree en lo que más le apetezca: el nacimiento de Cristo, el solsticio de invierno, Santa Claus, los Reyes Magos, el Olentzero, una mezcla de todo o simplemente la felicidad de sentirse en compañía de los que uno quiere.
En cualquier caso, lo que hoy queremos destacar es la figura de Papá Noel, esa imagen de hombre bonachón al que cada año millones de niños y niñas en todo el mundo escriben sus cartas asegurando que se han portado bien para garantizar sus regalos.

San Nicolás

¿Pero quién es Papá Noel?, ¿de dónde surge? San Nicolás fue un obispo turco del siglo IV famoso por su generosidad con los más necesitados. Su muerte, el 6 de diciembre, fue adoptada como fecha para la Navidad y se extendió la costumbre de hacer regalos a los niños. Con la reforma protestante se optó por trasladar la celebración al día de la Natividad, el 25 de diciembre (aunque en algunos lugares como Holanda se sigue celebrando el día 5, víspera de su festividad). Así su nombre varió a Papá Noel, padre de la Navidad.

Santa Claus

Como podréis imaginar, la imagen actual de Papá Noel, gordinflón, con su pelo blanco, vestido de rojo o verde, dependiendo del lugar, con su trineo tirado por renos y lleno de regalos, nada tiene que ver con la de aquel obispo turco. Fue el escritor Washington Irving y después el poeta Clement Moore en su obra Una visita de San Nicolás, quienes dieron vida a Rudolph, Cometa y al resto de renos.

Reno de Santa

Y para más realismo, Papá Noel, Santa Claus o como queramos llamarle, tiene una aldea real en Rovaniemi, en la Laponia finlandesa: el Poblado de Papá Noel o Santa Claus Village. Un parque temático abierto todo el año en el que se pueden hacer un montón de actividades como dormir en cabañas, ir en trineo tirado por renos o perros Husky, disfrutar de una auténtica sauna finesa, contemplar las maravillosas auroras boreales o el famoso sol de medianoche y, por supuesto, conocer a Papá Noel y a sus elfos… ¿Vamos?

Santa y sus elfos