Innovando en Todos los Santos

· 29 octubre, 2014 · 1:04 pm

Mientras en España tenemos la costumbre de llevar ramos de flores a los cementerios en Todos los Santos con el propósito de devolverles un poco de vida a nuestros seres queridos, en otros países de Europa Occidental, como Holanda, se están poniendo en práctica formas alternativas de conmemorar tanto dentro como fuera de las iglesias y cementerios. Son proyectos que en Panateneas aplaudimos, porque giran en torno al concepto clave de nuestros servicios de memoria, «recordar en compañía».
Por ejemplo, este fin de semana se celebrará un evento conmemorativo de carácter no religioso en la iglesia de Michael en Breda. Entre otras cosas, allí se dará la oportunidad a los asistentes de recitar los nombres de las personas de quienes han tenido que despedirse. Al mismo tiempo, desde hace unos años, en el estanque del Vondelpark, el parque más conocido de Ámsterdam, se suelen juntar cientos de personas el día 2 de noviembre para dejar flotar unos barquitos con velas encendidas.

VondelparkBarquitos

De la misma forma, desde el domingo pasado se ha instalado una capilla ocasional en la estación central de la capital, en la que los viajeros pueden entrar para encender una vela en honor a sus difuntos. La colocación de dicha capilla es una iniciativa de la televisión pública que ha decidido tratar el Día de los Muertos desde la filosofía de «celebrar la vida». Así, a lo largo de toda esta semana se está emitiendo desde la Centraal Station el programa Voor wie steek jij een kaarsje op? (¿Para quién enciendes una vela?) en el que los visitantes son entrevistados sobre esos seres queridos a quienes han honrado mediante ese gesto simbólico.

CapillaEstaciónCentral

Sin ninguna duda, el proyecto que más nos ha llamado la atención es Allerzielen alom (El Día de los muertos omnipresentes), creado por la artista neerlandesa Ida van der Lee. Su propósito es decorar los cementerios para que se conviertan en lugares acogedores mediante bolas de fuego, música y obras de arte. Los visitantes incluso pueden pedir ayuda a los artistas o los llamados «consultores de rituales» allí presentes para crear una ambientación personalizada en la misma tumba. Algunos de los ejemplos de las obras artísticas que se pueden encontrar son alfombras de hojas secas para simbolizar lo perecedera que es la vida, bolsitas luminosas o lámparas decoradas con flores para depositar en las sepulturas. Junto a la exposición de objetos decorativos, se organizan actividades, como la creación de diferentes espacios, con cajas de madera o balas de paja, representando distintos sentimientos. Se trata de que cada visitante identifique su emoción –rabia, enfado, resignación, paz– y deje una vela en el espacio correspondiente. Además, existe la posibilidad de escribir «cartas de pasión» para los muertos, plantar bulbos o echar semillas para ver crecer verduras o especias al lado de las tumbas. Otros ponen una mesa, beben una copa de sidra y recitan poemas. ¡Todo es posible con un poco de imaginación y sin miedo a celebrar la vida de nuestros muertos!

EspaciosAllerzielenAlom