La Real Academia Española define tradición como la transmisión de noticias, composiciones literarias, doctrinas, ritos o costumbres de generación en generación. Mientras, la costumbre sería la práctica tradicional de una colectividad o lugar. En las bodas hay mucho de esto. Ignoramos completamente el origen de muchas de las cosas que hacemos, pero mantenemos su práctica por la fuerza de la costumbre y el poder de la tradición.
Por ejemplo, ¿por qué se llevan huevos a las clarisas para que haga buen tiempo? Esta es una de las tradiciones de boda más antiguas que se conservan. Probablemente su origen se remonte a la Edad Media y a la creencia de que el poder de las plegarias de las monjas haría lucir el sol. Hoy se sigue manteniendo y las parejas se acogen a la protección de Santa Clara de Asís (que, por cierto, nada tiene que ver con la meteorología) para ahuyentar la lluvia de su día.
Algo viejo, algo nuevo, algo azul y algo prestado. Cada una de estas prendas o accesorios que debe lucir la novia tiene un significado, ¿los sabes? Lo viejo remite a la vida pasada, la que se deja atrás para comenzar una etapa nueva. Lo nuevo significa, claro está, el futuro en común. Por su parte, el color azul simboliza la fidelidad. Y lo prestado por alguien feliz en su matrimonio augura el mismo éxito.
¿Y qué me decís de la costumbre de lanzar cosas? Por ejemplo, tirar arroz a los novios a la salida de la ceremonia representa descendencia porque este cereal es símbolo de fertilidad. O la práctica de lanzar el ramo de novia es una forma de compartir con quien lo coja la misma felicidad.
Acabamos esta lista con una de las mayores supersticiones en el mundo “bodil”. El novio no puede ver, bajo ningún concepto, el vestido de novia. Ni a esta con el antes de la ceremonia. Bueno, en realidad la pareja no puede verse antes de la boda bajo presagio de mala suerte e infortunios varios…