Ya en ediciones anteriores de esta serie de post llamada Planes os sugería ideas para un par de días por Bilbao y excursiones por algunas de las zonas más bonitas de Bizkaia.
Pues hoy nos centramos en Getxo, mi casa. Un pueblo situado en la margen derecha del Nervión de cara a la Bahía del Abra. Comenzamos esta ruta en el Puente Colgante, Patrimonio de la Humanidad desde 2006 e imagen de nuestro pasado industrial. Y seguimos por el paseo conocido como Muelle de Las Arenas.
A lo largo de este camino se pueden observar preciosas villas y palacios de todos los estilos, vestigio, nuevamente, del pasado empresarial de Bizkaia. Al otro lado, el mar, con sus veleros tintineando.
Y al fondo los puertos, el nuevo, llamado Puerto Deportivo (Terminal de Cruceros), y el viejo, el auténtico, el de las casitas de pescadores y las tabernas de siempre. Esa es una parada primordial para degustar un plato de caracolillos, unas rabas y un buen txakoli.
Nuestro camino continúa subiendo hacia el barrio de Algorta, hasta la Avenida Basagoiti, repleta de bares en los que seguir nuestro clásico pintxo-pote, al mediodía o por la tarde. Y para bajar esos pintxos nada mejor que un paseíto hasta la playa de Arrigunaga y de allí a los acantilados de La Galea. Las vistas desde el Molino de Aixerrota son preciosas.
Y como no todo va a ser comer y beber, seguimos la ruta hasta la Iglesia de Andra Mari, del siglo XII, o hacia el Fuerte de La Galea, construcción defensiva del siglo XVIII. Este bonito paseo es interminable. Continúa por nuestra costa pasando por playas y pequeñas calas a lo largo de Sopelana y Barrika hasta llegar a la Villa de Plentzia. El pueblo de mi abuela, mi segunda casa. Pero esto ya da para otro post.
Fotos de Oihane Molinero.
Podéis seguir descubriendo Getxo en la web del Ayuntamiento.