Hoy quiero hablaros de las bodas campestres o rústicas. Y me diréis, «¿Otra vez?, ¡si llevan más de cinco años de moda!». Pues sí, os respondo, otra vez. Porque la experiencia me ha mostrado que hay estilos que nunca morirán por mucho que otras tendencias estén de moda: el primero es –como yo lo llamo– todo al blanco; y el segundo el estilo rústico-campestre.
Esos graneros de madera al más puro estilo americano, esas mesas de madera corridas, la utilización de cestos de mimbre y cajas de madera, de jaulas y carretas, los tarros Mason con velas, el papel kraft o reciclado, las flores silvestres, y el verde, mucho verde. Las guirnaldas de bombillas y de verde son la clave de la calidez.
Todos estos son elementos sencillos y eternos que por su naturalidad siempre dan buen rollo. Y aunque penséis que está muy visto, lo cierto es que una boda campestre es un acierto seguro. Aquí os dejo algunas ideas tomadas de Pinterest para que os sirvan de inspiración.
Foto de portada Benni Carol Photography.