Las clásicas tartas de pisos que los novios cortaban con una espada o los postres servidos de forma individual directamente en las mesas, han dado paso a los rincones de dulces y a las tartas de exposición, como nosotras las llamamos, porque son tan bonitas que da pena comérselas.
Y es que los diseñadores de tartas de boda son unos verdaderos artistas. Mediante diferentes pisos, sabores, texturas, colores, figuras e ingredientes de alta calidad dan forma a las ideas que los novios les proporcionan para reflejar a la perfección la esencia de la pareja. Desde sencillas flores a complejas composiciones temáticas. Y como muestra, un botón. Aquí os dejamos una selección de dulces obras de arte…