El intercambio de arras es una costumbre que proviene de Oriente y que estaba relacionada con la dote y la pureza de las mujeres. Después, tanto el derecho romano como la Iglesia católica la incorporaron a su ritual y gracias a ello ha perdurado generación tras generación hasta nuestros días. Y en la actualidad este rito también se realiza en las ceremonias civiles.
Las trece monedas simbolizan la aceptación de responsabilidades materiales durante los doce meses del año y una más como acto de generosidad para con los más desfavorecidos. Así, al intercambiar las arras se está prometiendo compartir y cuidar los bienes futuros.
Tradicionalmente las monedas intercambiadas estaban realizadas en oro o plata, aunque hoy en día se utiliza cualquier material. Muchas parejas usan monedas antiguas, pesetas, euros de diferentes países o monedas con historia dentro de la familia. Y aunque a veces son los padrinos quienes se hacen cargo de ellas, normalmente los pajes o niños de arras son los encargados de llevarlas hasta el altar o mesa de ceremonia. Las opciones para esto, dependen, como siempre, del estilo de vuestra boda: desde las clásicas bandejas de plata, hasta cajas rústicas personalizadas, pasando por cestitas de mimbre, bolsitas de tela o incluso este camión de madera que he encontrado indagando por la red. Aquí tenéis algunas ideas.