El Caribe, safaris por África, paradisiacas playas en Indonesia, Tahití o Maldivas y últimamente, Nueva York. Lugares en los que te volverás a enamorar. O eso dice la publicidad de las agencias de viajes para lunas de miel.
Nuestro espíritu intrépido nos lleva a proponeros alternativas para vuestra Honeymoon. Aventuras y experiencias únicas que hagan ese viaje diferente a todos los demás. ¿Qué os parecería pasar una semana como rajás y ranís en el ostentoso tren Palace on Wheels? Desde Delhi este lujoso tren cruza el Rajastán parando en puntos estratégicos como la reserva de tigres de Ranthambore o la ciudad dorada de Jaisalmer para finalizar en Agra, famosa por guarecer uno de los mayores monumentos al amor de toda la historia.
A miles de kilómetros de distancia, pasamos de la pompa de un tren con reminiscencias de otros tiempos a la aventura de recorrer la Ring Road islandesa en coche de alquiler. A lo largo de estos más de 1300 kilómetros de carretera por zonas deshabitadas se encuentra una naturaleza espectacular con lagos y glaciares de nombres impronunciables, fuentes termales, géiseres, erupciones volcánicas y referencias a la mitología nórdica.
Y si lo que os gusta son los animales y os sobra valor, podéis nadar con tiburones ballena en el tranquilo pueblo pesquero de Donsol, en Filipinas. Desde hace ya unos años aparecen por la zona a principios de año por lo que abundan las excursiones en barco para poder formar parte del entorno del pez más grande del mundo. O recorrer a caballo el Yellowstone National Park en Estados Unidos, huyendo de los turistas y acampando por la noche para mezclarse con osos grizzli, búfalos, lobos o alces.
Para finalizar con esta breve lista de ideas, creemos que viajar al fin del mundo es, cuanto menos, original. Ushuaia en Argentina es el puerto habitual de embarque de las expediciones en barco a la Antártida. También se puede volar directamente desde Punta Arenas, Chile, a la Antártida y allí coger un barco. En cualquier caso, estos viajes polares ofrecen la posibilidad de conocer auténticas maravillas de la naturaleza, escalar montañas heladas, montar en rompehielos y observar colonias de pingüinos, ballenas o elefantes marinos en estado puro.
Estas son sólo algunas propuestas alternativas en estos tiempos en los que viajar se ha convertido en algo habitual y los antiguos destinos de luna de miel se han popularizado tanto que están perdiendo su encanto.
Amaia
Al organizar una boda, siempre hay mil sentimientos en juego, y esas emociones consumen la energía de cualquiera, haciendo que a los 2/3 días de la misma venga un bajón tremendo por el cansancio, y nos demos cuenta de que necesitaríamos esa luna de miel, o simplemente unas minivacaciones. Nosotros nos casamos en agosto de 2013, pero no podíamos tener un viaje de novios como queríamos hasta 2014, así que dejamos la idea de lado hasta después de la boda. Error…relativo :). Error…porque tras la boda, hubiéramos matado por unos días de «tranquilidad»; y relativo…porque el primer descanso nos hizo lanzarnos y disfrutar del viaje perfecto para nosotros: 5 semanas por Zimbabwe, Botswana y Namibia en África. Buscábamos la improvisación, la aventura, la falta de presión, el tomar decisiones en pareja y hablar de verdad entre nosotros (ni sobre el color del pastel ni sobre las servilletas), así que nos fuimos con mochila y camping sin un plan, solo con los billetes de vuelo y una reserva para los primeros 2 días… ¡y fue la mejor luna de miel que podríamos haber tenido jamás!. Hay mil formas de casarse, y también de viajar, por eso os recomendaría que no os ajustéis al esquema usual simplemente porque sea «lo habitual». Haced vuestro el viaje, seguid vuestro estilo también en él… y si esto es lo que os gusta pero os sentís cansados para organizar más…permitíos 4 días de relax en un spa o en la playa, y planificad la luna de miel para cuando ya tengáis más fuerza, porque os llenará de vida, y seguramente, os reforzará como pareja. Ánimo con las organizaciónes de boda, porque merecen la pena, y mimad ese viaje, para que realmente sea un tiempo «de miel» como pareja :).
Amaia
Ale y Bárbara, me ha gustado mucho vuestra idea de replantearse los viajes de novios. Espero que mi experiencia sirva a otras parejas, y a vosotras, para que ensalcéis las ventajas de una boda y una luna de miel personalizadas, porque es «lo-más-bonito-que-se-puede-hacer-por-uno-mismo» :). ¡un saludo!