¡Diciembre ya está aquí! ¿Y qué os traemos hoy? Pues un post muy navideño dedicado a los mercadillos europeos. Tradicionalmente estos mercadillos se conocen como “de adviento” porque se celebraban durante esta época, es decir, desde el cuarto domingo anterior al día de Navidad hasta el primero. Aunque hoy en día las fechas no son tan rigurosas.
Los más antiguos se remontan a la Alemania de los siglos XIV y XV y algunos siguen celebrándose hoy en día como el de Fráncfort; el de la plaza de Altmarkt de Dresde, con sus 250 puestos; o el de Augsburgo, famoso por su espectáculo de ángeles representados por niños de la ciudad. En origen eran lugar de reunión donde los habitantes de los pueblos se juntaban a degustar su gastronomía típica del invierno como las salchichas, los dulces como el “stollen” o el vino caliente. Más recientemente se ha incorporado la venta de artesanía popular, los tiovivos, las norias, las pistas de hielo, etc. Por eso hoy en día los mercadillos son sinónimo de callejear, curiosear, olfatear y, sobre todo, perderse, para mí, la mejor forma de conocer un lugar.
Pero, claro, los de Alemania no son los únicos. Los hay por toda Europa. En Portsmouth, Reino Unido, se celebra cada año un mercadillo de inspiración victoriana donde todos se visten acorde a la temática y todo gira en torno a esta época. En Francia destaca el de la maravillosa ciudad de Colmar, con su iluminación de cuento y sus casas con entramados de madera. E incluso la European Best Destinations tiene una categoría dedicada a los mejores mercadillos navideños. El pasado año, 2020, el mercado de Gdansk (Polonia) fue elegido el mejor por su arquitectura y artesanía del ámbar. Mientras que el ganador de 2021 ha sido la ciudad suiza de Basilea. Podéis entrar en su web y votar el mejor de 2022. O, mejor aún, iros directamente a visitarlos y ¡contagiaros de la magia de la Navidad!