Las románticas bodas en alta mar a bordo del Pacific Princess nos hicieron pensar que casarse a miles de millas de la costa y con un capitán de blanco impoluto como juez, era algo totalmente normal y, sobre todo, legal. Sin embargo, Vacaciones en el Mar no era más que una serie, y como tantas veces ocurre, la vida real no se adecua a la ficción.
A pesar de todo, cada vez son más las parejas que prefieren realizar los trámites pertinentes en el juzgado ellos solos y después, compartir con sus seres queridos una celebración que aunque ficticia, sea original, divertida, y en la que todos puedan participar. En las bodas civiles todo está permitido, y saltarse el protocolo está muy de moda. Las parejas escriben sus propios guiones y también se pueden hacer ceremonias simbólicas como la de la luz, las rosas o la arena. La primera consiste en que los novios enciendan un gran cirio con dos velas más pequeñas. La grande simboliza el matrimonio y su vida en común y las dos pequeñas a cada uno de ellos como seres libres e independientes. Por su parte, mediante la ceremonia de las rosas, la pareja se hará su primer regalo como marido y mujer: una rosa roja, símbolo del amor. Si elegís este ritual, a lo largo de vuestra vida juntos, una rosa significará siempre vuestra forma de demostraros amor. En cuanto a la ceremonia de la arena, cada uno irá añadiendo a un tarro arena de diferentes colores formando ondas que simbolizaran las bases del matrimonio y lo que cada cual aporta.
Bodas temáticas con divertidos disfraces, desde superhéroes hasta la recreación de un carnaval veneciano, originales bailes, como el de la peli La gran familia española, suelta de mariposas o discursos súper emotivos de hermanos y amigos para que los invitados no dejen de reír y llorar. Estas bodas son las que nos hacen emocionarnos y sentirnos, como invitados, parte de la felicidad de la pareja. ¡Con un poco de imaginación todo es posible en vuestro gran día! ¿Qué os apetece?