Aunque nuestro servicio principal sea la organización de bodas, en Panateneas nos encanta escribir. Por eso nos hace muy felices contar vuestra historia. Este fue el caso de la boda de Aintzane y Julen el julio pasado.
Ya cuando les conocí me transmitieron una conexión muy especial. Me dio la sensación de que era una de esas parejas en la que los dos se habían ido construyendo juntos como personas a lo largo de los años. Y así era.
Cuando me contaron su historia, definieron su vida juntos como un viaje. Un camino que hay que disfrutar en el momento, porque luego se acaba y solo quedan los recuerdos. Aquella frase me recordó un poema del poeta griego Constantin Kavafis que quiero compartir con vosotros, porque creo que resume muy bien la esencia de una relación –y en el fondo, la de la vida misma–, que no es otra que vivir el presente.
Dice así:
«Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a lo cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino (…),
si no los llevas dentro de tu alma
si no los yergue tu alma ante ti.
(…)
Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que se extienda largos años
y atracar, viejo ya, en la isla
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguardar a que Ítaca te enriquezca».