Las tartas más famosas (y bonitas) de la historia

· 27 enero, 2021 · 6:01 pm

No es la primera vez que en este blog hablamos de tartas de boda. Pero hoy queremos mostraros las diez tartas más famosas y bonitas de la historia. Al menos desde este lado del mundo y desde nuestro punto de vista, claro…

Y como somos incapaces de elaborar un ranking porque todas nos parecen ideales y riquísimas, os las mostraremos por estricto y riguroso orden alfabético:

Arrancamos el top ten con la Carrot cake. Dadas sus propiedades como endulzante natural, la zanahoria ha sido un ingrediente fundamental en la repostería desde la Edad Media. Existen recetas ya desde el siglo XVI, pero parece que fue con el racionamiento de la Segunda Guerra Mundial cuando se popularizó de nuevo en el Reino Unido. En origen era una tarta muy simple basada en el bizcocho de zanahoria, pero hoy en día se caracteriza por llevar varias capas, frostings y rellenos varios. Para mí, ¡de rechupete!

Aunque la conocemos más como Lemon Pie, la tarte au citron tiene su origen en la Francia decimonónica. Se trata de una masa quebrada rellena de crema de limón y a veces recubierta con merengue. Es una tarta súper popular en el mundo entero porque es muy suave y digestiva (la versión sin merengue, claro está).

La famosa tarta Pavlova se llama así en honor a la ligereza de la bailarina rusa Anna Pavlova. Cuentan que fue el chef del hotel en el que se alojó en 1926 durante su gira por Nueva Zelanda quien le dedicó este postre. Se trata de una tarta de merengue y frutos rojos, de apariencia sencilla, pero extremadamente delicada de elaborar.

El Red Velvet cake es famoso por su textura aterciopelada y su brillante color. Es originario de Estados Unidos y aunque su tradición se remonta al siglo XIX, no se popularizó hasta bien entrado el siglo XX. Su color y brillantez interior se deben al uso del cacao mientras que por fuera va recubierto con una capa de glaseado de queso crema. ¡Tremendamente delicioso!

La Sachertorte es un pastel de chocolate relleno de mermelada de albaricoque, recubierto con un glaseado de chocolate. Fue inventada por el cocinero austriaco Franz Sacher en 1832 con ocasión de una recepción organizada por el Canciller Metternich. Pero no fue él, si no su hijo el repostero Eduard Sacher, quien la popularizó, primero, en la confitería vienesa Demel donde trabajaba y, después, en el mítico Hotel Sacher que fundó junto a su mujer. No dejéis de visitar este lujoso hotel que junto a su tarta es uno de los atractivos de la capital austriaca.

San Honorato (obispo de Amiens en el siglo VI) es el santo patrón de los pasteleros y panaderos, a quien el pastelero francés Fauvel Chiboust dedicó la famosa tarta Saint-Honoré a mediados del siglo XIX. Este pastel requiere de una ardua elaboración a base de profiteroles montados sobre pasta choux (también conocida como crema Chiboust) y nata montada.

La Schwarzwälder Kirschtorte, o Selva Negra, es una tarta de origen alemán compuesta por varias capas de bizcocho de chocolate emborrachado con kirsch, un licor de cereza propio de la región de la Selva Negra. Se intercala con nata y cerezas y finalmente se recubre con crema chantillí y virutas de chocolate y más cerezas.

La tarta de manzana es una de las tartas más internacionales que conozco pero en honor a mi amiga Barbara mencionaré la Appeltaart en su versión neerlandesa. Es una tarta tradicional muy antigua que ya aparece en cuadros del siglo XVII. Su relleno consta de manzanas y pasas perfumadas con zumo de limón y canela. Lo más característico de esta tarta es que es recubierta con tiras de masa quebrada entrecruzadas.

Aunque existen diversas teorías sobre el origen y procedencia del Tiramisú, una cosa está clara: su nombre proviene del italiano. De todas las historias que circulan sobre su origen, la que más me gusta es la que habla de este postre frío como un plato de aprovechamiento para no desperdiciar el café y los restos de bizcocho sobrantes. Sea como fuere, esta mezcla actual de crema mascarpone y bizcochos bañados en café y licor es hoy en día uno de los postres más famosos y demandados del mundo.

Y terminamos con el Victoria Sponge, un bizcocho que lleva su nombre en honor a la Reina Victoria de Inglaterra y es un clásico de la gastronomía británica. Además de tremendamente sencillo de elaborar: bizcocho, mermelada de fresa y nata montada. Un riquísimo, y bonito, acompañamiento para el té de las 6.

¿Qué os ha parecido nuestro top ten? ¿Con cuál os quedáis?

Fotos: Pinterest.